Aclaración importante sobre mis libros


Mensaje de Elisa Guerra

Mi trabajo como educadora y autora de materiales educativos siempre ha tenido un objetivo: fomentar en niñas y niños el respeto a la diversidad cultural, la paz y la ciudadanía global.

Para este fin, en mis libros de preescolar (publicados en 2014) se presentan 27 culturas distintas y en los de primaria 36. Esto significa que, naturalmente, la gran mayoría de los más de 190 países del mundo no aparecen en los contenidos. La selección buscaba abrir un mosaico diverso y pedagógico.

Además de presentar culturas de distintos países, los libros incluyen lecciones específicas sobre ciudadanía global, cultura de la paz y responsabilidad ambiental. Estos ejes transversales buscan que niñas y niños comprendan desde una edad temprana la importancia del respeto, la convivencia y el cuidado del planeta.

En el caso específico de Medio Oriente, en los materiales de primaria, publicados en 2017, se explica claramente que Israel ocupó territorios palestinos y que esa situación generó grandes conflictos, que, al día de hoy, desembocan en la tragedia que todos conocemos. Hasta donde tengo conocimiento, mis libros son los únicos textos de Lenguaje y Comunicación para sexto de primaria en México que abordan directamente la situación entre Israel y Palestina. Esto permite que padres, madres y docentes cuenten con un recurso para generar conversaciones profundas que desarrollen el pensamiento crítico de los estudiantes.

En preescolar, sin embargo, por tratarse de niños muy pequeños, mis libros no abordan temas geopolíticos o bélicos, sino únicamente aspectos culturales positivos.

Respecto al mapa decorativo en preescolar, fue tomado de fuentes cartográficas normalizadas en el momento de la edición (2014). Entonces, y todavía hoy en 2025, es común que los mapas “outline” de Israel no distingan las fronteras en disputa con Palestina, ya que no existe un consenso internacional sobre cómo representarlas gráficamente.

Como autora, no tengo autoridad para modificar fronteras internacionales a mi criterio, y la intención pedagógica siempre fue ilustrar aspectos culturales, no intervenir en debates geopolíticos. Sé que este es un tema sensible e importante. Ojalá fuera tan sencillo que, con solo modificar un mapa de un plumazo, se pudiera poner fin a una guerra prolongada que ha causado tanto dolor durante tanto tiempo.

Quiero dejar muy claro: nunca he promovido ni promoveré la violencia, el genocidio ni la exclusión de ningún pueblo o cultura.

Mi trayectoria, mis libros y mi vocación como educadora reflejan un mismo principio: la educación debe formar personas con conocimientos sólidos y, sobre todo, profundamente humanas, comprometidas con la inclusión, la verdad y la paz.