La primera pregunta


¿Cuántas oportunidades merecemos para reinventar una vida? 

Si la noche vieja cede unos minutos de su algarabía al silencio amable del ex-convento, quizá logremos escuchar el rumor de los hábitos de las monjas que desde el siglo XVI comenzaron a morar al interior de sus muros. Después, durante más de cien años, el monasterio fue cediendo el paso a la depresión y el abandono: la maleza invadió las columnatas, el cielo estrellado se vació sobre los enormes huecos del techo que no aguantó el peso del olvido. 

Sólo el amor y la paciencia podían rescatar a los arcos lastimados, hacer revivir a los paneles de mosaicos ateridos de frío, y devolver el canto a las campanas afónicas y tristes. Sólo el amor, y la paciencia. 

Reconstruir no es fácil. Se trata de hacer resurgir la belleza que se durmió bajo los escombros. Apuntalar, restaurar, recuperar. A veces, demoler una parte para salvar el todo. Transitar los andamiajes sin prisa. Pisar con cuidado.

Recibo el 2025 en el renovado Monasterio de Jesús, en Viana del Alentejo, Portugal, bajo las bóvedas de piedra, las paredes de colores profundos y las arcadas prístinas, rodeada de las risas de los amigos entrañables y el resplandor del cristal en las copas llenas. A mi lado está el hombre al que amo y dos de mis hijos. La vida, también, se antoja rebosante.

¿Cuántas oportunidades merecemos?

Alguna vez pensé que estaba rota. Quizá lo estuve. Aprendí a aceptar mis grietas, mis grandes imperfecciones, mis desaciertos. Me convencí de que era feliz no a pesar de estar sola, sino a causa de ello, y protegí con celo mi libertad e independencia. Hasta que un domingo de septiembre, el sol se derramó sobre mí en una terraza amarilla, y sobrevino el año del terremoto.

Pasaron dos años de ir y venir, de andar y desandar, de preguntarme una y otra vez cuál era mi verdadera casa. Finalmente, en 2024 me atreví a dar un salto del tamaño del mar: me despedí de la tierra de mi gente buena, metí todos los libros que pude en tres maletas y llegué a vivir a Lisboa. Apostar por una vida nueva después de los cincuenta parece una exageración del optimismo. Hacerlo con huecos en el techo y grietas en los muros, una osadía escandalosa. 

Tengo la aparatosa costumbre de medirlo todo, de hacer inventarios, de intentar cuantificar las experiencias, de pesar el paso del tiempo en libros leídos y escritos, viajes realizados, eventos presentados, ciudades visitadas. Desde hace seis años comparto este ritual.

  • En 2024 leí 91 libros. Con la sola excepción del 2021, cuando cursé mi última maestría, este ha sido el año en que más he leído. 33 fueron títulos de no ficción, 30 de ficción, 15 para niños y 13 de poesía. 56 fueron libros impresos en papel, 10 fueron libros digitales, y 25 audiolibros (correr por las mañanas mientras Gioconda Belli te habla, literalmente, al oído, o ir al dentista de la mano de Piedad Bonnet, hace que todo en la vida sea más llevadero.) 
  • Pasé por lo menos una noche en 25 ciudades de 10 países diferentes. Uno de ellos visité por primera vez: Panamá.  Dormí 122 noches fuera de casa. Crucé ocho veces el Atlántico y dos veces el Pacífico. Tomé 56 vuelos (28 menos que en el 2023) además de muchos trayectos por tierra. 
  • Participé en 111 eventos, de los cuales 77 fueron virtuales y 34 presenciales, muy similar en proporción y número que el año pasado (106) y el antepasado (121.)
  • No publiqué ningún libro nuevo, pero escribí dos pequeños volúmenes de lo que creo (espero) podría llamar poesía. 

En este enlace comparto una selección caprichosa de los doce libros (o duplas, o ternas de libros) que más me gustaron este año. Es completamente arbitraria y subjetiva. 

¿Cuántas oportunidades?

Sólo el amor y la paciencia alcanzan para reconstruirnos. He comenzado a empapar mis días de rituales nuevos: correr junto al Tajo, tomar el primer café frente al embarcadero, leer lado a lado, conversar. 

Venga, 2025. Seguimos juntos, y estamos construyendo.

3 comentarios

  1. Extraordinaria trayectoria y más extraordinarias tu valentía y determinación, maestra Elisa!!! Te sigo desde hace mucho tiempo y valoro enormemente tus aportaciones y enseñanzas!!! Que el 2025 sea un año lleno de alegrías, satisfacciones, esperanza y prosperidad para ti y tu linda familia!!! ♥️🥂♥️

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    1. Muchas gracias por leerme y por la gentileza de tus palabras, imesa61. Y también por tus buenos deseos, que comparto hacia ti: Que el nuevo año que comienza sea luminoso, en todos los sentidos. ¡Un abrazo grande!

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